viernes, diciembre 08, 2006

A salir de la cloaca


La unicidad de las personas a veces puede ser cuestionable. Sí, sí, ya sé "todas las personas son únicas e irrepetibles", pero cuántas veces no nos hemos topado con el grupo de niñas que visten, piensan, hablan y sienten igual. ¿A poco son únicas? Bueno, sí, quizá no sean tan iguales, pero en sentido estricto ¿qué es lo que las hace diferentes de las demás?

Apenas ayer vi un programa sobre los asesinos seriales en México. El caso que más me llamó la atención fue el de Gregorio Cárdenas Hernández alias el Goyo Cárdenas o el Asesino de Tacuba. Vaya que es único. Cierto, mató a diestra y siniestra a varias mujeres, pero finalmente fue encarcelado para purgar sus penas. Durante el tiempo en el que estuvo en prisión, el Goyo estudió Derecho y al salir se dedicó a litigar. Es reconocido por ser el único asesino serial que se ha reincorporado a la sociedad.

No estoy diciendo que por matar personas sea único, sino que sobresalió entre los asesinos por no ser como ellos. Finalmente, no era único entre los que se dedicaban a exterminar gente, sino que lo logró al salirse del carril y optar por ser alguien "normal".

Bueno, quizá sólo necesitemos descubrir en qué mundo vivimos sumergidos para poder descubrir nuestra unicidad.

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